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CRÓNICA INFORMAL DEL CONGRESO

El viernes 13 (qué mala fecha) y el sábado 14 de noviembre estuve en Málaga en el Congreso Nuevas Organizaciones: Nuevas Metas organizado por la Consejería de Educación. Se trataba de debatir y hacer propuestas al borrador de nuevo ROC que va a ser la base para el funcionamiento de todos los centros públicos de Andalucía.

Yo me había leído muy bien el documento y llevaba preparadas todas mis propuestas en el pequeño portátil que, por cierto, ha sido una de las sensaciones del evento y he tenido que enseñar a diestro y siniestro, pero estaba muerta de miedo porque iba sola y creía que no conocería a las 6:30, por lo que me tuve que levantar a las 5:30 y coger un taxi, ya que no me fiaba de encontrar aparcamiento. En ese momento lamentaba haber solicitado el Congreso y me autoflagelaba por ser tan osada, vamos, que nadie me mandaba meterme en semejante berenjenal.

Cuando me subí al autobús se sentó a mi lado Juana, de Aznalcóllar, que también se encontraba sola y decidimos acompañarnos mutuamente, lo que le agradezco sinceramente. También a José de Umbrete, que además me acercó a Tomares al regreso.

Sobre las 9:00 h. llegamos al Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, un edificio ultra-moderno de líneas curvas y espacios diáfanos. Nos recibieron con cafés, bollos y pastitas. Con el hambre que tenía echaba de menos una buena tostada y como las tazas eran ridículamente pequeñas en comparación con mi taza de IKEA me tuve que tomar tres cafés.

A las once apareció la señora Consejera, que debe de desayunar Red Bull a juzgar por la vitalidad con que se mueve. La acompañaban todos los delegados provinciales enfundados en sus trajes grises.

Nos hicieron pasar al Auditorio (precioso, paredes y techo de madera) y nos dimos cuenta que éramos mil personas, de todos los sectores de la comunidad educativa y de todos los rincones de Andalucía.

En primer lugar, nos saluda la consejera y comenta que al vernos allí reunidos y reunidas impresiona el volumen del mundo educativo andaluz.

Habla de la necesidad de un nuevo reglamento ya que el actual es anterior a la LEA. Apuesta por la autonomía de los centros y darle más atribución a las direcciones (Después se vio que los Sindicatos no están de acuerdo) También aboga por la simplificación administrativa y expresa su deseo de que el nuevo reglamento sea una completa normativa de organización y convivencia.

Recuerda todo lo que hemos avanzado desde la implantación de la escolarización obligatoria. Piensa que el éxito social de la escolarización plena se vive con pesimismo y considera que en materia de equidad hemos avanzado aunque nos queda avanzar en calidad. Según ella, hay que poner al PISA dentro de su contexto histórico. Habla de las distintas carencias y declara que no deja de poner soluciones. Utiliza una bonita metáfora, Se escucha más a un árbol cayendo que a un bosque creciendo, para hacernos ver el sistema educativo andaluz desde una óptica más positiva. Considera que es más importante tener autoridad que ser autoridad y que la autoridad del profesorado reside en el prestigio y el crédito.

Termina con unas bonitas palabras sobre el papel del maestro o la maestra y el papel de la enseñanza pública como máquina de generar igualdad.

Todo el mundo aplaudió calurosamente pero yo había descubierto a María Jesús del Carmen dos filas más abajo y aproveché para contactar con ella.

Acto seguido, Gimeno Sacristán presentó una ponencia con el título El valor de la organización escolar

Al principio pensábamos por su tono de voz que iba a ser aburrida pero nos hizo reír y levantó aplausos espontáneos. Primero nos presentó el concepto de centro educativo como dispensador de la educación. Es el primer ámbito de la participación, donde se aprende a ser ciudadano/a.

Considera que la autonomía de los centros no es tan necesaria, en completa divergencia con la Consejería, y que esa idea surge de la derecha que intenta la mercantilización de la educación. Avisa de que hay que tener cuidado con la privada.

Piensa que la diversidad está muy bien porque es natural y que los profesores necesitan responsabilidad, no autonomía pues cree que hay falta de compromiso por una educación distinta.

Apunta que “Estamos alcanzando las cotas de desastre más altas en la Universidad por la autonomía”

En el plano didáctico advierte del descontrol existente porque nadie entra en el aula a ver lo que haces y de la baja participación de los agentes sociales.

Según Gimeno Sacristán el reglamento es un instrumento para hacer un tipo de educación, no es la forma de gestionar un centro. Regula la vida, las costumbres y tradiciones. En este reglamento parece que hay mucha preocupación por el delito.

EL reglamento debe responder a un proyecto educativo, con cuatro ideas fundamentales, un proyecto con carga antropológica positiva puesto que nos pagan por hacer a la gente mejor.

En cuanto a los derechos del alumnado hay que tener cierta dosis de utopía. El sentido de la educación pública es la justicia curricular y la equidad. Hay que trabajar por el aumento de los índices de igualdad.

Recomienda la película “Hoy comienza todo”(Yo también la recomiendo)

Piensa el profesor Gimeno Sacristán que ésta es una ley de caza hecha por los cazadores. El profesorado piensa que el problema es la conducta del alumnado y la agenda la marca la derecha (calidad, violencia,...)

Se pregunta qué pecado puede hacer un niño de primario y no está de acuerdo que el eje de la política pedagógica la marque PISA. Añade que un discurso de izquierda es hacer que la gente se interese por el saber.

En el borrador del reglamento el profesor no tiene deberes, por tanto, hay que ponerle deberes al profesorado. Se ha convertido al profesorado en víctima y no lo es.

Fue calurosamente aplaudido y nos fuimos a tomar otro mini-café y otras mini-pastitas. Me reuní con María Jesus y me encontré con Carmen Lorenzo, madre de un alumno de nuestro centro. ¡Y yo pensaba que iba a estar sola!

Después nos dirigimos a la primera mesa (Convivencia y participación), donde debatimos e hicimos diversas propuestas. No es por nada, pero María Jesús y yo dejamos bien alto el pabellón de Tomares.

Llegó la hora de comer y nos metieron a las mil personas en un salón enorme. Nos sentamos con una gente de Jaén de lo más amena y tuve de que volver a enseñar el aparatito. La comida estaba bien presentada aunque un poco escasa y tardaron una eternidad en servirla. El menú era: ensaladilla, dorada del Mercadona y un postre dulce del que no me acuerdo. Todo regado con vino y cerveza sin restricción. Yo sólo pensaba en qué ocurriría cuando todo el mundo quisiera ir al servicio después del almuerzo.

Al terminar salimos corriendo para hacer nuestras necesidades y entrar en la mesa 2 (Órganos de coordinación docente y orientación). Allí coincidimos con Paco Barea del CEIP Giner de los Ríos de Mairena y Raúl del CEIP Ibarburu de Dos Hermanas y volvimos a dejar bien alto el pabellón de Tomares, especialmente María Jesús que reivindicó en todo momento la etapa Infantil y la existencia de centros como el suyo.

En la mesa 3 (Autonomía de los centros) ni el ordenador ni nosotras teníamos ya batería después del madrugón y la jornada tan intensa, aunque estuvimos allí escuchando todas las intervenciones.

Otra vez corriendo nos subimos al autobús y llegamos al hotel cerca de las diez, a punto de cerrar el comedor. Tuvimos que dejar la ducha para más tarde porque con el hambre que arrastrábamos no nos íbamos a quedar sin cenar. Por allí andaba también Miguel de CCOO.

Comí fantásticamente acompañada de José y Juana pero ninguna de las dos nos animamos a irnos de copas, ya que el cansancio nos tenía rendidas. Al día siguiente nos contarían que estuvieron de marcha hasta altas horas, e incluso bailando con la consejera (esa mujer Red Bull) y confraternizando en la barra con el viceconsejero.

Yo me di una buena ducha y me metí en la cama con la última novela de Mankell, tan a gustito.

El sábado por la mañana volvieron las carreras. Durante el desayuno, Juana y yo tuvimos una interesante conversación con Paco, director de un instituto de Jaén y por poco perdemos el autobús. Hubo más de un dormilón/a que lo perdió.

La ponencia del sábado, a cargo de la profesora Luisa Fernández Serrat, con el título “Las tres Ces del cambio” fue bastante mediocre, desde mi punto de vista, además de utilizar un lenguaje sexista y tener una actitud excesivamente halagadora hacia la Consejería.

Por cierto, allí estaba nuestra querida consejera, en primera fila y con todos sus delegados, como si se hubiera acostado las diez de la noche. Por favor, que me explique su secreto.

Después de la soporífera ponencia vinieron las conclusiones. Hay que reconocer que los moderadores y moderadoras de las mesas trabajaron mucho para extraer las conclusiones, aunque hubo, claro está, algunas intervenciones mejores que otras. Nuestro esfuerzo, muy especialmente el de María Jesús, se vio recompensado cuando oímos nuestras ideas en boca de otros y otras.

En cuanto finalizamos, vuelta a la carrera para pillar el autobús, que aquí no te cuentan como en las excursiones del colegio y te puedes quedar en tierra.

El viaje de regreso se hizo más corto gracias a la compañía de Juana, Raúl y Paco Barea. También, gracias al portátil de éste último, con el que estuvimos compartiendo blogs, ideas y admiración por la creatividad de una maestra llamada Lola.

Comentarios

Juanma Díaz ha dicho que…
¿Ya me estás haciendo competencia, no? :-)
Te agradezco mucho la crónica, Pepa, pero nunca olvides que el "momento cervecitas" no hay que perdérselo :-)
Un abrazo.
pepabb ha dicho que…
Claro que te hago la competencia, pero la mía es sólo una crónica informal. Me hubiera gustado estar también con vosotros/as.

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