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Mostrando entradas de 2009

SABER PERDER, de David Trueba

Una ciudad como Madrid está poblada por personajes pequeños y anónimos, perdedores que intentan sobrevivir y ahuyentar la soledad. También hay otros que pueden parecernos lo contrario, como Ariel, que aterriza en un equipo de la capital como prometedora figura del fútbol. Sin embargo, no es más que un muchacho que gana demasiado dinero, se muere de añoranza de Buenos Aires y de miedo al fracaso. Junto a él una adolescente con baja autoestima, un cuarentón parado abandonado por su mujer, un anciano que comete una última locura. Sus historias corren paralelas y se enlazan en una ciudad donde la inmigración forma parte de la vida cotidiana, donde el castellano pierde su acento y toma voces argentinas y ecuatorianas. El mundo del fútbol de élite se nos muestra con todas sus miserias. Incluso el papel de la prensa deportiva resulta bastante sospechoso en el negocio del balón. Sus protagonistas son perfectamente reconocibles, sus vivencias tan verosímiles que parecen

NOVECIENTAS CINCUENTA Y OCHO PÁGINAS

Las causas que determinan que una lectora, en este caso yo misma, sienta pasión por una obra literaria, está motivado por distintos factores, la mayor parte de los cuales son subjetivos. Algunos de estos factores tienen que ver con el estilo, pero no son los únicos, pues es posible que disfrutes con obras escritas en estilos completamente opuestos. La relación que mantengo con la literatura de Antonio Muñoz Molina ha perdurado durante los últimos veinte años, como una pareja que ha evolucionado independientemente al mismo tiempo que ha afianzado su unión. No puedo decir lo mismo de otros autores que después del tercer o cuarto libro llegaron a producir un grado de hastío cercano al aborrecimiento. No daré nombres. Por suerte en mi casa no hay chimenea a la que arrojar los volúmenes odiados como hacía Carvalho, pues en más de una ocasión he estado tentada de hacerlo. La historia con Antonio (así lo llamaré en adelante) comenzó por azares del destino, como muchos relatos de amor, fruto d

CRÓNICA INFORMAL DEL CONGRESO

El viernes 13 (qué mala fecha) y el sábado 14 de noviembre estuve en Málaga en el Congreso Nuevas Organizaciones: Nuevas Metas organizado por la Consejería de Educación. Se trataba de debatir y hacer propuestas al borrador de nuevo ROC que va a ser la base para el funcionamiento de todos los centros públicos de Andalucía. Yo me había leído muy bien el documento y llevaba preparadas todas mis propuestas en el pequeño portátil que, por cierto, ha sido una de las sensaciones del evento y he tenido que enseñar a diestro y siniestro, pero estaba muerta de miedo porque iba sola y creía que no conocería a las 6:30, por lo que me tuve que levantar a las 5:30 y coger un taxi, ya que no me fiaba de encontrar aparcamiento. En ese momento lamentaba haber solicitado el Congreso y me autoflagelaba por ser tan osada, vamos, que nadie me mandaba meterme en semejante berenjenal. Cuando me subí al autobús se sentó a mi lado Juana, de Aznalcóllar, que también se encontraba sola y decid

LA ESCUELA DESIGUAL

A veces pienso que soy una ilusa por pensar que la escuela es un lugar desde el que podemos cambiar el mundo cuando no hace más que reproducir el modelo social existente. Es muy peligroso leer en la juventud porque una se puede llegar a creer las palabras y éstas la marcarán el resto de sus días. Por eso culpo a Paulo Freire que me inoculó el veneno de la Pedagogía de la liberación y culpo a Freinet, que quemó la tarima de su aula y me enseñó a escribir con un texto libre. A ellos culpo, entre otros y otras, porque me parece que no hago las cosas bien y que ésta no es la escuela que quiero. La escuela a la que acudo cada día no es una escuela pública que ofrezca igualdad de oportunidades. Al contrario, si tu entorno familiar es de clase media, con familia universitaria, partes con una ventaja inicial difícil de alcanzar. Porque en casa tendrás ayuda, estímulos, clases particulares y lo que es más grave, un nivel de exigencia que te impide bajar del notable. Éste es otro tema importante

AMIGAS

" Y me rodean amigas ay, ay, amigas dulce esperanza de la sed amantes siemprevivas dorado manantial de espigas " (canción de Ana Belén) La Escuela de Magisterio era un lugar oscuro e inhóspito. Ella tenía dieciocho años y había aterrizado allí porque quería ser maestra. No conocía a nadie y los pasillos se le antojaban castillos inexpugnables. En un aula estrecha se agolpaban cerca de cien chicos y chicas de distinto pelaje. Ella los observaba desde las últimas filas. Siempre se sentaba allí. - La vida siempre es más divertida en la última fila, pensaba. En el aula había pequeños grupos, gente que ya se conocía, gente singular, bohemia, alternativa, todo un mosaico de historias por descubrir. Pero ella se fijó en dos chicas que siempre andaban juntas y no llamaban la atención de manera especial. Una era morena y delgada, con el pelo rizado. La otra, rubia y con gafas. No sabe la razón, pero decidió que quería ser amiga de aquellas dos muchachas. Los años de Magisterio les tr

ÁGORA

Como no soy crítica de cine ni experta en fotografía o sonido, voy al cine a que me cuenten una historia. Como soy una mujer con una existencia a mis espaldas, no puedo ser objetiva y analizo la realidad sin dejar a un lado lo que he vivido. Cuando yo tenía 12 años, alguien me leyó la encíclica de San Pablo en la que se prohíbe a las mujeres tomar la palabra e impide que sean escuchadas. Como palabra de Dios, no puede ser cuestionada y todos deben arrodillarse ante tal afirmación. Esta encíclica, que me irritó sobremanera antes de entrar en la adolescencia, propició el trágico final de Hipatia, su lapidación como mujer impía. Mucho se ha hablado en la prensa sobre el mensaje contra los fundamentalismos religiosos de la película o de la oposición entre ciencia y fe. Sonrío al recordar los adjetivos de alguna prensa conservadora, tildando a Aménabar de ateo, que tras hacer apología de la eutanasia arremete contra el cristianismo. Ese periódico olvida que también lo hace contra judíos o p

SEMÁFORO VERDE, VESTIDO AMARILLO

Ante las denuncias recibidas por los usuarios/as de la línea Tomares- Sevilla M.J. P., C.N.G. y R.G.L, nos vemos en la obligación de redactar el siguiente informe: Siendo la 22 horas del día 18 de julio de 2009, el conductor G. C. M. se encontraba realizando el servicio anteriormente citado. La noche era cálida y soplaba viento de levante. Como era su último servicio antes de las vacaciones, Genaro estaba tranquilo. La brisa parecía impregnada de sal y sonrió al recordar el nombre de la urbanización donde si situaba la próxima parada: Aljamar, rotonda del Agua. Según el testimonio de los/as denunciantes, el conductor permitió subir sin pagar a una mujer en la Glorieta del Agua de Tomares. Dicha señora presentaba un aspecto desaliñado. Surgió bajo las moreras, sus pies descalzos manchados de la tinta azul de las moras. Abrió sin pensar y la dejó subir a pesar de que no tenía tarjeta, cartera, bolso o monedero que hicieran prever que abonaría el importe del billete. Sólo llevaba un vesti

Lo que sentimos

La maestra pregunta si alguien vio ayer el partido de baloncesto. Cuatro pequeñas manos se alzan sobre las cabezas. La maestra explica que el partido se jugó en Katowice, una ciudad de Polonia, y señala dónde se sitúa en el mapa. La protagonista del libro que van a leer (Ben quiere a Anna) ha emigrado desde Katowice hasta Alemania (La maestra vuelve al mapa) y asiste por primera vez a un nuevo colegio. Los niños y las niñas de la clases opinan sobre lo que le pasa a Anna. F. cuenta que él llegó a Barcelona y no entendía ni el español ni el catalán, porque sólo sabía hablar francés y árabe. Un niño se acercó a él para ser su amigo pero no podía entenderlo. -¿Cómo aprendiste a hablar? -Viendo la tele, responde con una sonrisa de pícaro. H. abre mucho los ojos para explicar que ha vivido esa experiencia dos veces. Aún puede recordar cuando llegó a Madrid procedente de Dinamarca. Pasó dos meses sin hacer nada en el colegio porque no sabía nada de español. M., tan pequeña, añora la nieve d

PRIMER DÍA DE COLEGIO

En este día de septiembre las nubes se asomaron al hiriente azul del cielo. Es el primer día de colegio y la maestra aún se pone nerviosa después de veinte años. Se le encogen las entrañas como si fuera una niña. Estrena vestido y calza zapatos de tacón. - Hoy es un día especial, por eso me he arreglado , les diría luego, en la intimidad del aula, con los nervios aplacados. Va a recoger la fila y sonríe para sus adentros. El más grandullón se ha colocado el primero y tras él niños y niños. Hacia la mitad aparece la primera niña y tras ella, siempre al final, el resto. La maestra ya conoce estas actitudes y sabe que no es fácil cambiar determinados hábitos. Una vez en la clase se sientan con quien les place, los niños con los niños, las niñas con las niñas. Ellas, apretadas, buscan la cercanía de la mesa de la maestra con la mirada inquieta. Ellos, seguros, levantan la mano, interrumpen, hablan sin respetar el turno, cuentan experiencias y opinan. En medio del debate, la maestra anima a

DUBLÍN Y ALREDEDORES

Si viajas a Irlanda en verano, de una sola cosa puedes estar segura: nunca vas a acertar con el tiempo. Si amanece un sol radiante y el cielo despejado, antes del lunch te tienes que comprar un paraguas en cualquier tienda de souvenirs, con la ventaja añadida de que ya tendrás un bonito de recuerdo de Irlanda en forma de paraguas verde adornado de tréboles. Si por el contrario, el día se despierta nublado, cae una fina lluvia y no te llevas las gafas de sol, pero cargas con impermeables y paraguas, te pasarás el día soportando un peso inútil y añorarás la protección de tus ojos. Una segunda visita fugaz a la isla esmeralda y algunas lecturas previas te dejan con una duda: ¿Quién ha hecho más daño a los habitantes de este país: el Imperio Británico (800 años de presión), la iglesia católica o la cerveza Guiness? Particularmente, me inclino por la última causa, habida cuenta que la familia Guiness es la más rica de Irlanda, junto a la Jameson (whiskey) y últimamente Bono, de U2. La m

LEER O NO LEER

Cuando C. tenía ocho años leía muchos cómics, sobre todo de Astérix, porque en su casa tenían la colección completa. Su preferido se titulaba La Zanja y había memorizado párrafos y diálogos. ¡Se la veía tan pequeña subiendo y bajando de la litera con el libro tan grande bajo el brazo…! Se acostaba, se levantaba, desayunaba, almorzaba y cenaba con el libro. Hasta tal punto estaba obsesionada que su madre tuvo que prohibir que lo pusiera encima de la mesa. La madre de C. pensaba que su hija pasaría a la siguiente etapa, es decir, a los libros infantiles, como un proceso natural. Pero no fue así y tuvo que establecer un horario diario para la lectura. Para la madre de C., los libros son el más preciado de los tesoros, su salvavidas en los momentos difíciles, el interlocutor que siempre la comprende. En los veranos de su infancia, su madre –la abuela de C.- se ocupaba de que aprendiera las tareas “propias de su género”. Cada mañana debía barrer, limpiar el polvo, fregar el suelo,… Tardaba

EL VIAJERO DEL SIGLO

Hace unos años cayó en mis manos la novela de Andrés Neuman “La vida en las ventanas”. Desde entonces he intentado seguir su andadura. Me conmovió especialmente “Una vez Argentina” por la capacidad para hilar la historia y seducirte con el lenguaje, valiéndose de sus dos tradiciones culturales, la argentina y la española. Para leer “El viajero del siglo”, primero hay que tener tiempo, porque es una novela (¿y también ensayo?) de más de 500 páginas y hay que recrearse en saborear todas y cada de las metáforas con que nos asombra el autor, anotarlas y leerlas despacio por enésima vez, deleitarse ante unos “zapatos boquiabiertos” o admirar “una luna mordida que trepa el cielo”. Neuman es, en suma, un poeta que escribe novelas. Ante la avalancha de novela histórica, algunas malas y otros peores, el autor nos presenta una novela sobre la historia, pero también sobre filosofía, arte, literatura,… Lo peor es que te queda la sensación de que has perdido el tiempo y te queda mucho por aprend

ES LA COEDUCACIÓN, IDIOTAS.

Alarmada y sorprendida, atiendo a las noticias de niñas violadas por otros niños y adolescentes, que en grupos asaltan, amenazan y agreden a sus impotentes víctimas. Alarmada me siento al comprobar, una vez más, los estragos que la violencia contra las mujeres ejerce de forma brutal, cebándose en niñas cada vez más jóvenes y convirtiendo en verdugos a niños imberbes. Sorprendida, cuando compruebo que los políticos se escudan en la necesidad de rebajar la edad penal. Aprovechándose del dolor y la furia de las familias y la opinión pública, intentan marcar un gol en la portería del equipo contrario y ganar así un puñado de votos. Nadie se para a reflexionar porqué unos niños disfrutan maltratando a una amiga, una vecina, una novia... Los telediarios sólo hablan de violencia de género cuando una mujer es mortalmente agredida. Entonces, ¿qué son estas violaciones? ¿Por qué no se habla de la consideración de la mujer como objeto sexual para uso y disfrute de los varones? ¿Por qué no se habl

EL CHURRO

A María le vuelven loca los bichos. Cuando era pequeña decía que iba a ser bichóloga. Este verano se ha buscado un curro de paseante de perros. Trabaja para dos vecinas. Una de ellas está de baja y no puede atender a sus animales. Ella se ha comprometido a pasear a los dos perros todas las mañanas y todas las tardes del mes de julio. Cada día pone el despertador a las ocho de la mañana porque Vico (uno de los perros) se asusta cuando hay mucho ruido y obliga a Clara a levantarse y acompañarla. María no perdona ni los fines de semana, pero se le hacen especialmente duros, porque la familia se acuesta más tarde y a ella le da pereza el madrugón. -Negocia el convenio, le aconsejó su madre . Si no quieres no tienes porqué ir los domingos. -No lo hago por el dinero, contestó . Es que no puedo pasar un solo día sin estar con ellos . El sábado por la noche fueron al cine de verano a ver El Gran Torino. Pasaba de la una cuando regresaban a casa. -Mañana cuando volváis de pasear los perros, p

DESPEDIDA

Ahora que de casi todo hace ya veinte años Gil de Biedma Dentro de veinte años, el 2009 aparecerá en los anuarios como el año de la crisis financiera. Tal vez se mencione que la gripe A surgió en México para extender el temor por todo el mundo, durante unos días. Sin lugar a dudas, los aficionados al fútbol recordarán que Guardiola llevó al Barça a la gloria conquistando tres títulos. Y que el Betis bajó a segunda entre lágrimas de su afición. Dentro de veinte años, quizás permanezcan en nuestra mente los acordes de Cold Play cantando Viva la vida, pero todo ello carecerá de importancia. Para vosotros y vosotras, 2009 será el año en que dejasteis el colegio y emprendisteis una nueva andadura, el año en que os empezó a abandonar la infancia. Dentro de veinte años tal vez hayáis olvidado cuánto vale el número ∏ o la diferencia entre sustantivos individuales o colectivos o si el río Guadiana sufre el estiaje. En cambio, podréis rememorar el olor a tiza y a lápiz, el nombre de vuestros ami

NEGRAS LENTEJAS

Poseo cierta experiencia en recuperar cacerolas donde se han quemado lentejas. Hace mucho más de veinte años que me inicié en esta sana habilidad. En aquella ocasión las humildes legumbres decidieron suicidarse a lo bonzo en protesta por mi falta de cuidado. Yo estaba haciendo el amor en la habitación contigua y no me alcanzaron sus gritos de socorro ni sus efluvios aromáticos. Eran otros tiempos y otra cantidad de hormonas recorría mi cuerpo. Andaba yo muy atareada esta mañana. Aprovechando que salían las carretas del Rocío, las autoridades locales decidieron darnos un día de asueto. Como no uso traje de faralaes ni monto a caballo no sabía qué hacer con este aciago día en medio de una semana de fin de curso, con la programación sin terminar y los bailes sin ensayar. Descansar. Ésa era la consigna. Anoche estaba tan cansada que me metí en la cama a las 10’30 h. El libro de Atxaga que leía se iba convirtiendo en nubes cada vez más densas. Como era de esperar, a las siete y media abrí

TECHO DE CRISTAL

Aún intentando ser muy optimista, es imposible considerar que las niñas de hoy no se encuentren con el famoso techo de cristal cuando accedan al mercado laboral. Todavía parten de una falta de igualdad de oportunidades en sus propias familias. Tengo alumnas que deben limpiar el cuarto de baño después de que los usen sus hermanos mayores y varones; hay niñas que sólo tienen acceso al ordenador cuando su padre y su hermano (más pequeño) se han cansado de él; mis alumnas tienen menos libertad que sus compañeros,… Estoy hablando de un entorno de clase media, donde tiene empleo más del 70% de las madres y el nivel de estudios oscila mayoritariamente entre el bachillerato y los estudios universitarios.         Se mantienen los roles tradicionales y se aduce como la primera causa del escaso acceso a la función directiva la falta de formación fuera del horario laboral. No me extraña en absoluto, pues las mujeres priorizan el cuidado de los demás a su ascenso profesional.   No es que me parez

VOLVER A ZAHORA

El viento de Levante sopla con furia. Durante la noche acompañó nuestros sueños y nos acercó el bramido del mar, como si las olas se arremolinaran en el jardín. La vida avanza a grandes zancadas. A veces, parece un circuito de velocidad donde pugnamos por adelantar al contrario. Pero Zahora permanece, en apariencia, inalterable. La carretera que baja al Sajorami, los estrechos caminos de tierra, sombreados de acebuches y pinos, se amparan entre muros que nunca volverán a resguardar viejas casas rodeadas de huertos. Ahora esconde pequeñas pero bien pertrechadas casas de veraneo. Los huertos dejaron paso a jardines con porche y Mercedes bajo el emparrado. Permanecen el faro y las rocas desnudas por la bajamar. Y el mar en todos los tonos de azul. Y la arena fría. Y la luz de Cádiz. Y este Levante que todo los enreda y todo lo aclara. Quedamos nosotras, aunque no seamos las mismas.

Praia do Boliche

A la Praia do Boliche se llega bajando unas empinadas escaleras. Merece la pena el descenso cuando pisas la suave arena de la silenciosa cala cuyos acantilados te resguardan del sol. Al fondo, el cabo San Vicente. La belleza y el encanto del lugar se olvidan a la vuelta, cuando hay que subir la escalera, te falta el aliento y te tiemblan las piernas.

BATALLA EN SEATTLE

(Un guiño para las personas que cambian el mundo) Es muy poco probable que esta película, alquilada distraídamente en el vídeo club de mi pueblo, pase a la historia del cine. Estrenada en 2007, dirigida y escrita por Stuart Townsend recrea los sucesos acaecidos en esta ciudad americana en 1.999, donde grupos antiglobalización que protestaban pacíficamente pusieron en jaque a la Organización Mundial del Comercio. Aunque la estructura de la película no plantea ningún reto más allá de los normales artificios hollywoodienses, el guión, lejos de demonizar a los manifestantes nos plantea la incompetencia de las autoridades para manejar la situación. El desconcierto ante la insistencia de los activistas los lleva a utilizar métodos violentos, declarar el estado de excepción y apresar a seiscientas personas, entre ellas una periodista pija que pasaba por allí. Los personajes no son planos ni previsibles,  empezando por el alcalde desesperado y terminando por el violento policía

ESTO ES LO QUE PARECE (2º premio del XII certamen de relato corto y poesía de la asociación AMFE de Castilleja de la Cuesta)

Aquí llego caminando por calles desiertas, el asfalto plateado a mis pies. Regaron las calles de madrugada y aún retiene la humedad en este soleado amanecer de marzo. Desde un balcón me observan, con curiosidad, manojos de violetas. Los tacones resbalan en el acerado pero hoy no me duelen los pies. Aún conserva mi piel los restos del maquillaje. No suelo llevar en el bolso la leche limpiadora, quizás debiera adquirir algún envase de muestra. Porque debo estar preparada para cualquier imprevisto, aunque a mí, hacía siglos que no me ocurría una de estas emergencias. Tampoco apliqué a mi rostro la crema nutritiva ni el contorno de ojos. Luzco las huellas del cansancio y persiste incansable la máscara de pestañas. Cual ladrona recogí mis cosas y salí huyendo con sigilo, sin mirarme al espejo, sin tomar una ducha. Una vez que me hallé en el descansillo de la escalera, encendí el móvil con angustia. Unas horas de desconexión y el mundo puede desaparecer a tus pies. Por suerte, no había llama

CONJUGAR LA VIDA

Hay momentos en los que las palabras van a tu encuentro para ayudarte a buscar la salida. Abres un libro y aparece una historia en la que te ves reflejada. Sientes cómo te envuelve la atmósfera y llegas a percibir los aromas que rodean a los personajes. Hace unos años, yo era apenas una sombra que recorría los pasillos de un hospital. Un sábado, leyendo El País descubrí un poema que parecía pensado para mí. Lo recorté y lo guardé entre los libros que iba leyendo. Un día lo perdí y sólo logré memorizar los últimos versos. En diciembre pasado lo volví a encontrar, amarillento, escondido en un libro de gramática, como por arte de magia, en el justo momento en que lo necesitaba. Espero no volver a perderlo. PEQUEÑA LECCIÓN DE GRAMÁTICA Ahora que crees volver a estar sola y quieta y un poco lastimada del miedo del invierno y de las calles o quizás escondida – como una colegiala – por las habitaciones de la adolescencia, aquí quiero avisarte entre palabras de compañía no exactas, no suci

LISBETH SALANDER:¿UNA HEROÍNA DEL S. XXI?

El autor sueco Stieg Larsson ha alcanzado el éxito editorial del momento en España con la publicación de dos de las novelas de su trilogía Millenium. El relato de acción y aventuras protagonizado por el periodista Mikael Blomkvist nos conduce por trepidantes investigaciones en las que aparece la cara más sórdida del idílico país escandinavo. Sin embargo, no es el argumento lo que me ha cautivado de “Los hombres que no amaban a las mujeres” y “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina”, tampoco la constante referencia a la literatura sueca caracterizando a sus protagonistas como Kalle Blomkvist y Pippi Calzaslargas. Tengo la impresión de que el personaje de Slibeth Salander presenta rasgos únicos, que nunca hasta ahora habían aparecido en la heroína de una novela de acción. Con un físico nada atractivo, enclenque y poco agraciada, padece fobia social, revela un pasado difícil y antecedentes psiquiátricos. Se muestra en la primera novela tan alejada del personaje de Mik