" Y me rodean amigas ay, ay, amigas dulce esperanza de la sed amantes siemprevivas dorado manantial de espigas " (canción de Ana Belén) La Escuela de Magisterio era un lugar oscuro e inhóspito. Ella tenía dieciocho años y había aterrizado allí porque quería ser maestra. No conocía a nadie y los pasillos se le antojaban castillos inexpugnables. En un aula estrecha se agolpaban cerca de cien chicos y chicas de distinto pelaje. Ella los observaba desde las últimas filas. Siempre se sentaba allí. - La vida siempre es más divertida en la última fila, pensaba. En el aula había pequeños grupos, gente que ya se conocía, gente singular, bohemia, alternativa, todo un mosaico de historias por descubrir. Pero ella se fijó en dos chicas que siempre andaban juntas y no llamaban la atención de manera especial. Una era morena y delgada, con el pelo rizado. La otra, rubia y con gafas. No sabe la razón, pero decidió que quería ser amiga de aquellas dos muchachas. Los años de Magisterio les tr...