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Mostrando las entradas etiquetadas como relato

Una carta

Este relato fue premiado en el certamen organizado para el conmemorar el Día Internacional de la Mujer en la Campana (Sevilla)   Los pasillos del instituto aún permanecían a oscuras. Las paredes salpicadas de huellas de zapatos y botas deportivas. El olor a desinfectante impregnaba el aire gélido de la mañana. Sintió mareos. Apenas había desayunado: un sorbo de leche, un bocado de dónut. Su padre la había mirado de reojo mientras se tomaba el café, de pie junto al fregadero. Había salido de casa más temprano que ningún día. No deseaba tropezar con nadie de camino a clase. Apresuró el paso indagando las sombras. Llegó al instituto cuando el día se despertaba y se coló por una puerta lateral. El silencio envolvía el viejo edificio de ladrillo. Ese silencio, esa quietud eran lo que Sara buscaba.  La noche anterior se había dormido de madrugada, derrotada por el llanto, intentando ahogar los sollozos contra la almohada. Tuvo que apagar el teléfono móvil. Adrián no paraba de enviar...

Rodari enredado

Juanita Pierdedías, esa gran viajera, añoraba  las amistades que iba haciendo en cada viaje, así que abrió un perfil de facebook donde colgaba fotos y relataba sus aventuras en el País sin punta y el País con el des delante. Invitó a Jaime de Cristal, la tía Apolonia, Caperucita Amarilla y Juan el Despistado. Gracias a su página, la tía Apolonia comercializaba sus mermeladas y colgaba vídeos de las recetas en su canal de Youtube. Su popularidad creció y creció al ritmo de los “Me gusta”, de tal manera que la contrataron para un programa de televisión y una columna de cocina en un periódico de difusión nacional. Juanita Pierdedías reía con las ocurrencias de Caperucita Amarilla, que subía a su muro imágines en posturas inverosímiles, ataviada de negro, de azul e incluso de rojo. Tenía mucho éxito en el bosque y rápidamente cambió su foto de perfil para aparecer acompañada por el lobo, que le fisgoneaba cada amigo y quería pertenecer a todos los grupos en que comentaba Caperuci...

DESVELADA (Primer premio del III Certamen de Creación literaria sobre mujeres de Tomares)

Cada noche me enfrento a la misma rutina. Intento dormir pero mi cuerpo no se adapta a la cama. El colchón es viejo e incómodo. Mi cabeza no encuentra la postura correcta. La almohada es estrecha y dura como una piedra. A mi lado, Juan resopla entre sueños porque, según él, no ronca. Sólo respira muy hondo cuando está acatarrado. Sus no-ronquidos me ponen nerviosa. Penetran en mi cerebro y golpean mis sienes. Procuro relajarme y eludir el rítmico sonido que comparte mi lecho. Respiro lentamente, como me enseñaron en el curso de yoga. Tomo el aire por la nariz y lo expulso por la boca lentamente. Otra vez. Tomo aire y lo expulso lentamente. Dejo la mente en blanco y espero que fluyan mis pensamientos, que traspasen mi cuerpo y no me hagan daño. Las imágenes se amontonan en mi frente, aunque intente apartarlas. Oigo el tic tac del despertador. No quiero mirarlo. Tic. No quiero saber la hora. Tac. No quiero pensar en esta vigilia involuntaria. Tic-Tac. Al fin, Jua...

SEMÁFORO VERDE, VESTIDO AMARILLO

Ante las denuncias recibidas por los usuarios/as de la línea Tomares- Sevilla M.J. P., C.N.G. y R.G.L, nos vemos en la obligación de redactar el siguiente informe: Siendo la 22 horas del día 18 de julio de 2009, el conductor G. C. M. se encontraba realizando el servicio anteriormente citado. La noche era cálida y soplaba viento de levante. Como era su último servicio antes de las vacaciones, Genaro estaba tranquilo. La brisa parecía impregnada de sal y sonrió al recordar el nombre de la urbanización donde si situaba la próxima parada: Aljamar, rotonda del Agua. Según el testimonio de los/as denunciantes, el conductor permitió subir sin pagar a una mujer en la Glorieta del Agua de Tomares. Dicha señora presentaba un aspecto desaliñado. Surgió bajo las moreras, sus pies descalzos manchados de la tinta azul de las moras. Abrió sin pensar y la dejó subir a pesar de que no tenía tarjeta, cartera, bolso o monedero que hicieran prever que abonaría el importe del billete. Sólo llevaba un vesti...

ESTO ES LO QUE PARECE (2º premio del XII certamen de relato corto y poesía de la asociación AMFE de Castilleja de la Cuesta)

Aquí llego caminando por calles desiertas, el asfalto plateado a mis pies. Regaron las calles de madrugada y aún retiene la humedad en este soleado amanecer de marzo. Desde un balcón me observan, con curiosidad, manojos de violetas. Los tacones resbalan en el acerado pero hoy no me duelen los pies. Aún conserva mi piel los restos del maquillaje. No suelo llevar en el bolso la leche limpiadora, quizás debiera adquirir algún envase de muestra. Porque debo estar preparada para cualquier imprevisto, aunque a mí, hacía siglos que no me ocurría una de estas emergencias. Tampoco apliqué a mi rostro la crema nutritiva ni el contorno de ojos. Luzco las huellas del cansancio y persiste incansable la máscara de pestañas. Cual ladrona recogí mis cosas y salí huyendo con sigilo, sin mirarme al espejo, sin tomar una ducha. Una vez que me hallé en el descansillo de la escalera, encendí el móvil con angustia. Unas horas de desconexión y el mundo puede desaparecer a tus pies. Por suerte, no había llama...