En esta mañana de fuertes aguaceros, atruenan con insistencia cohetes que anuncian la romería del pueblo. La maestra no es aficionada a este tipo de festejos y últimamente, en los días de lluvia, le asalta una tristeza indefinida. Tampoco se siente devota del santo patrón de la localidad, el mártir San Sebastián, de culto muy antiguo aunque de reciente incorporación al santoral gay. Mañana es primero de mayo y en un país con cerca de 5.000.000 de personas desempleadas, quizás fuera más apropiado reivindicar empleo que enarbolar farolillos. Pasear pancartas tal vez sería más apropiado que dar palmadas detrás de una carreta. Pero como "hay gente pa tó", la maestra se pertrecha en la melancolía de los días nublados e intenta recordar dónde colocó "Señas de Identidad" de Juan Goytisolo para volver leerla. Ayer estuvo sustituyendo un rato en un grupo de segundo. Habituada al tercer ciclo, lo recibió como una bocanada de aire fresco. Un grupo de niños discutía sobre el