El comienzo de un nuevo año suele ser un momento para la ilusión y la esperanza. Con cada uva formulamos un deseo y nos planteamos un buen propósito. Esta vez es diferente. No recuerdo haber asistido a un fin de año tan gris y pesimista: la insostenible tasa de paro, la jubilación a los 67 años, los recortes salariales, la reducción de prestaciones sociales, la pérdida de derechos, la dictadura de los mercados, el aumento del número de mujeres asesinadas por violencia de género. Más que desear un feliz año nuevo, tendríamos que encontrar la fortaleza para resistir, para no ser vencid@s. William Ernest Henley escribió el poema Invictus que se popularizó gracias a la película sobre Mandela y parece que lo hizo pensando en situaciones como las que vivimos. Mis hijas lo han grabado en tres idiomas. La grabación no es muy buena y hay que llegar al final para escucharla en español. Creo que merece la pena. Con este poema, queremos desear que el próximo año no seamos vencid@s, que conservemos...