Hace más de veinte años que soy maestra. Pero antes había sido alumna de Universidad, de instituto, de escuela primera. Incluso fui alumna de escuela unitaria sentada en una sillita de anea. Yo lloraba por ir a la escuela y como no había pupitre mi madre me compró una sillita. Con la cartera encima de mis rodillas aprendí a leer y escribir. Con esto quiero decir que llevo desde los cinco años metida en un centro educativo, siempre público, por cierto. A lo largo de todos estos cursos he conocido una gran variedad de maestras: serias, tristes, estrictas, secas, indulgentes, alegres, tolerantes, cantarinas, apasionadas, afectuosas,... Te puedes encontrar con maestras de libro de texto, maestras tic, maestras de fichas, maestras de texto libre, maestras bloggeras, de juego cooperativo, de asambleas, maestras cuenta cuentos, muralistas, poetas, pintoras, pianistas, maestras bailaoras, cantantes,... Hoy he despedido a una gran maestra. Se jubila a los sesenta años (dichosa ella) no porque ...