Microrrelato finalista del certamen "Donde lees tú" de la Fundación German Sánchez Rupérez
"La oigo llorar. Suena como un gatito maullando. Su llanto atraviesa el túnel de mis sueños. Es tan pequeña con sus deditos arrugados. Me incorporo en la cama. A tientas, enciendo el interruptor de la lámpara. Tomo a la niña en mis brazos y la acomodo en mi pecho izquierdo. Cuando noto que chupa con fruición alargo la mano derecha y abro el volumen que hay sobre la mesilla de noche.
"La oigo llorar. Suena como un gatito maullando. Su llanto atraviesa el túnel de mis sueños. Es tan pequeña con sus deditos arrugados. Me incorporo en la cama. A tientas, enciendo el interruptor de la lámpara. Tomo a la niña en mis brazos y la acomodo en mi pecho izquierdo. Cuando noto que chupa con fruición alargo la mano derecha y abro el volumen que hay sobre la mesilla de noche.
La niña se mueve inquieta. Cierro el libro. La cambio de pecho. En esta postura es más difícil leer. Abro el libro con mucho tiento. Estiro la cabeza por encima de la suya para ver las letras. Termina de mamar y la poso sobre mi hombro. Expulsa los gases lentamente. La arropo en la cuna.
Apago la luz y me refugio bajo el edredón. La oigo succionar el chupete. Entro de nuevo en el túnel del sueño."
Comentarios
Gracias por compartirlo con nosotras.
He vuelto a recordar esos momentos ahora tan lejanos.