En las bolsas de la frutería se acumula el verano: cerezas, melocotones rojos, peras de San Juan, nectarinas, albaricoques, nísperos y una enorme sandía. Faltan las brevas, humildes y austeras, hermanas madrugadoras de "los higos morados con su cristalina gotita de miel". Aún no las ha probado y añora la aspereza de su piel al pelarla con los dedos. Se esmera en organizar la explosión de colores que inunda la nevera al tiempo que guarda sus pensamientos. Hay demasiada fruta, no sería lógico lanzarse a la calle a buscar brevas por un simple antojo y ella no es persona proclive a dejarse arrastrar por ellos.
-¿Ha venido el frutero? le preguntó él durante el almuerzo. Cuando lo llamé esta mañana se le habían terminado las brevas pero vi en el mercado unas enormes con una pinta estupenda.
Por la expresión de su rostro sus hijas se echaron a reir.
-¿Por qué te gustan tanto las brevas y los higos , mamá?
Pensó que era difícil de explicar y recordó los versos del poeta que, como ella, amaba las higueras.
"Como la higuera joven
de los barrancos eras"
En el patio de su infancia habitaba un peral desabrido que albergaba a una bruja en las noches de invierno. La oía aullar mientras buscaba el consuelo de las mantas. Pero en el corral la aguardaba, protectora, la humilde higuera, que marcaba el principio y el final del verano. Con sus anchas hojas construía barcos que surcaban el mar alojado en un lebrillo. Cada mañana se asomaba al corral a recoger las brevas y los higos que caían de madrugada del árbol, rajados, dulces, ...
"Volverás a mi huerto y a mi higuera"
Al día siguiente su hija le acercó una bolsa de plástico:
-Toma, papá ha comprado brevas.
Ella abrió la puerta de la nevera, atestada de fruta de todos los colores, buscando un hueco donde hospedar la nueva adquisición.
-¿Sabes? Hay muchas formas de expresar que te quieren y ésta es una de ellas.
No deja de preguntarse si su hija la entendió.
Comentarios
Estoy de acuerdo con que el amor tiene muchas más maneras de expresarse que las ya más que manidas y conocidas.
Un beso enorme.
PD. Yo ya llevo dos cajas, y este año están de muerte.